sábado, 1 de septiembre de 2012

LOS DIAS DEL ARCOIRIS




“-Ecuche, senador. El arcoíris reúne las condiciones que queremos. Tiene todos los colores y es una sola cosa. Representa a todos los partidos del  No y ninguno pierde su individualidad. Es algo hermoso que surge después de la tempestad, y con todos esos colores tiene lo que usted quería, señor Olwin: alegría”

 (Adrián Bettini, personaje de los días del arcoíris)


Generalmente, las personas amantes de los libros y que por su labor diaria tienen que leer, compran una novela con la esperanza de poder leerlo en algún momento de descanso.

En estos días, camino a la playa, para tomar unas cortas vacaciones, aproveché para llevarme un pequeño libro, cuyo título no me dijo nada, pero cuyo autor merece todos mi respeto y admiración, el escritor Antonio Skármeta.

Mi primer conocimiento sobre el, proviene de la TV, donde era presentador del programa: “El mundo de los libros”. Después del boom fílmico de “Il postino”. Me enteré que el guión estaba basado en una de sus obras.

Cuando se me presentó la oportunidad de viajar a Santiago de Chile, lo primero que hice, fue la de comprar: “El cartero de Neruda”. Me la “devoré” en un día, como decimos los venezolanos. Posteriormente tuve acceso a: “la boda del poeta”. “Los días del Arcoíris” (premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casamérica 2011)  es la tercera obra de su pluma, que leo.

Tamaña sorpresa que me llevo cuando comienzo a hojear sus páginas y compruebo que la historia está ubicada en Santiago en el año 1988, cuando el plebiscito para que Pinochet continuara en el pode para el lapso 1989 - 1997. La novela recrea, con el humor, la inteligencia y alegría propia del autor, los vaivenes de la oposición para crear una de las campañas publicitarias más exitosas de la historia. La de la franja del “NO”. Enmarcado en los dramas personales de sus protagonistas y del país. La de un joven estudiante, cuyo padre es detenido por la policía durante su clase, en presencia de todos sus alumnos, o de la novia de este joven, que al igual que otros jóvenes chilenos habían perdido la esperanza y sólo pensaban como encontrar la  forma de irse al exterior del país.

Según cuenta la historia, el gobierno chileno, convencido de su triunfo, concede 15 minutos de TV, para que la franja del “NO”, presente su propuesta y mensaje a todos los chilenos.
El Ministro del Interior, de apellido Fernández, al verla, le parece una campaña inocente e inofensiva, por lo cual autorizó su transmisión. Aunque, posteriormente voceros del gobierno e inclusive el mismo ministro admitían que: “Su melodía característica, en torno a la frase "La alegría ya viene", era tan pegajosa, que hasta los creativos de la Campaña del Sí en sus reuniones de brainstorming la tarareaban inconcientemente”.

El día de la transmisión, casi todos los televisores chilenos estaban encendidos y lo que vieron los dejó si habla. Los que esperaban una denuncia contra el régimen, Me imagino que  quedaron con la boca abierta al escuchar una canción de ritmo contagioso, un video de mucha alegría (http://www.youtube.com/watch?v=MUNB_PxP6i8&feature=related), con la figura de un arcoíris como símbolo de  la unión de veinte organizaciones políticas. El 5 de octubre (¿coincidencia?), la violencia es derrotada por la alegría, la realidad por la esperanza. Un pueblo cansado votó por la Paz. La prensa internacional reseñó el hecho de la siguiente forma: “quince minutos que bastaron para acabar con quince años”.

 ¿Por qué fue una grata sorpresa? Por los momentos que vivimos en Venezuela. Un país dividido, cansado, ahora en lucha con la naturaleza, agarrándose de cualquier triunfo deportivo o cultural para soñar.

Somos un pueblo alegre por naturaleza. Es menester que nuestros dirigentes nos devuelvan la sonrisa perdida.

Recomiendo la lectura de este libro a tosa aquellas personas que ha perdido la fe en nuestro pueblo. Con alegría, la esperanza se presenta y se ve más claro el camino a seguir. “BRAVO SKÁRMETA