martes, 27 de mayo de 2014

PARANOIA

El diccionario de la RAE define como paranoia: “Perturbación mental fijada en una idea o en un orden de ideas”.

Cada día que pasa el venezolano está más paranoico, Le obsesionan dos ideas: que lo van a asaltar y que no le va a alcanzar la quincena o que simplemente no va a encontrar el producto que necesita, es decir, la inseguridad y la economía (inflación y escasez) están afectando la salud mental de todos los venezolanos.

La inseguridad, hasta hace poco nuestra principal causa de preocupación, está desbordada. Cada vez que salimos a la calle  no sabemos si regresamos sanos y salvo a nuestro hogar. Esta situación ya ha comenzado a afectar económicamente al país. La gente está dejando de ir a los restaurantes, discotecas y otros centros de diversión en horario nocturno. Cada vez aumentan la celebraciones familiares en horario diurno y lo que es más grave cada vez son mayores los casos en que las comunidades toman la ley en sus manos o toman medidas drásticas, como son el cierre de calle a través de la colocación de garitas de vigilancia con entrada restringida, ante la incapacidad de las cuerpos policiales para controlar la delincuencia.

Cada vez que salimos a la calle estamos en estado de alerta, no podemos ver una moto y si viene con parrillero, hasta que no se aleja, el susto no se nos pasa. Vivimos con el corazón en la boca, en estos momentos la vida vale un par de zapatos o un teléfono celular. Esto no es vida.

El otro aspecto que obsesiona al venezolano es la materia económica, el sueldo no alcanza para adquirir los bienes y servicios que se necesitan. La inflación anualizada ronda el 60%, la más alta del mundo, y esto si se consiguen, cada vez son mayores los anaqueles vacíos en automercados. Aumenta el número de tiendas que bajan la santamaría ante la imposibilidad de reponer los inventarios ya que, son importados y no hay dólares para adquirirlos.

Son muchas horas/hombre que el venezolano está dedicando a  la caza de productos y a la formación de colas de espera. Se compra lo que llegue ese día, azúcar. Harina de maíz, café, pollo, lo que sea, no importa se almacena, lo importante es poder comprar algo. Ya es común ver redes de vecinos o familiares que  se distribuyen en los diferentes locales de su comunidad y  celular en mano se comunican y avisan la llegada de algún producto. Cada día es más frecuente las peleas para adquirir un producto.

Estos dos aspectos, son un pequeño ejemplo de cómo se está deteriorando el nivel de vida del venezolano así como su salud mental. ¡Pura paranoia!