Todavía con la resaca
de un día tan largo y lleno de emociones, de largas colas y un
esplendoroso sol. Trataremos, aunque
sabemos que es muy pronto, de sacar algunas lecciones de la votación
presidencial del país del pasado 07 de octubre.
Pero antes que todo
debemos felicitar a ese noble pueblo venezolano, de ambas tendencias, que
dieron un ejemplo de armonía y tranquilidad. No hubo incidentes que reportar,
todo transcurrió en sana paz, con mucha alegría, estableciendo un record de
asistencia a las urnas. Cada día me siento más orgulloso de mi pueblo.
Como lo comenté el
día de la elección, el pueblo habló y hay que
escucharlo. Simplemente, si, es así de simple, el oficialismo obtuvo más
votos que la oposición. No hay que buscarle 5 patas al gato. Estemos de acuerdo
o no con el resultado, es así de simple. Los que hemos dicho hasta el cansancio
de que el fraude, era casi imposible de concretarse, no podemos venir ahora a
gritar que lo hubo, sería una irresponsabilidad llamar a desconocer el voto de
la mayor parte de la población. El candidato Capriles, en una muestra de
madurez, así lo comprendió y admitió el resultado. Capriles, a nuestro entender
se graduó de líder político. Parece que creció con la derrota. Con esa actitud,
dio la primera lección de nobleza, y borró la idea que corrió por internet
llamando a los afectos a la MUD a la calle para desconocer el resultado. ¡Bravo
Enrique!. Si antes teníamos algunas dudas, ayer nos convencistes de que eres un
verdadero líder.
Otra lección que se
debe tener en cuenta es que en política hay que trabajar duro y no se debe dar
nada por dado. Los que pensaban que el solo hecho de sacar un candidato único
era suficiente para ganarle al presidente Chávez, se equivocaron. Lo más grave
de esta actitud es que muchas personas creyeron en ese mensaje y hoy
amanecieron deprimidas. Es hora de que los verdaderos líderes, levanten la
esperanza pérdida. Porque hay que decir la verdad, muchas personas creyeron, y
al sentirse derrotadas, si derrotadas, perdieron la fe y se sienten solas, sin
un rumbo definido, sin el camino tan prometido.
Otra lección que se
ha dicho reiteradamente y no se termina de aprender, es que una cosa es nuestro
entorno y otra el país. Si todos los que giran a nuestro alrededor son afectos
a una ideología determinada, esto no quiere decir que el país también comparte
el mismo pensamiento. Esta lección es para ambas tendencias. Ahora más que
nunca, Venezuela esta dividida en dos partes. Señores sin la otra mitad de la
población, nadie puede gobernar.
Queremos destacar la
lección dada por el Secretario de la MUD. Ramón Guillermo Aveledo. Su capacidad
de negociación, su seriedad para afrontar los problemas planteados (lograr que
tanta gente se ponga de acuerdo es muy, pero muy difícil) y la responsabilidad
que mostró al dar la cara y asumir su responsabilidad de sus errores, es,
después de el candidato, lo mejor de la oposición. ¡Bravo Ramón!
En cuanto al
oficialismo, la lección más grande que deben sacar de esta elección, es que el
45% de la población no esta de acuerdo con ustedes, es una cantidad muy grande
para ignorarla. Deben tender puentes, para que el país se una. Por último, así
como comentamos en párrafos anteriores, que Capriles se graduó de líder, en el
oficialismo el Presidente Chávez, sigue siendo el único líder. Con todo y su
enfermedad, sacó del foso, la peor campaña electoral que hemos visto. Honor a
quien se lo merece, se puede estar de acuerdo o no con el, pero una vez más
demostró su capacidad histriónica y su comprensión de la realidad venezolana.
Tiene todo nuestro respeto, Sr. Presidente.
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