martes, 6 de abril de 2010

EL CALVARIO DE UN ENFERMO

Lamentablente es necesario enfermarse de cierta gravedad y no tener recursos económicos para tener una justa medida del drama que está viviendo el sector de la salud en Venezuela. Enfermarse es comenzar con una agonía adicional a la que produce el mal, y es la de tratar de curarse.

Todo comienza con la aparición de un síntoma preocupante. Hay que tener la suerte de que le hagan el diagnóstico correcto. Médicos mal pagados que están cansados por cabalgar horarios para así poder redondear un ingreso decente, la falta de recursos, lo insuficiente del presupuesto, entre otros detalles contribuyen a que el paciente sea atendido de manera apropiada, con lo cual su salud se ve comprometida.

Si el diagnóstico es el correcto, viene el segundo problema: ¿en donde y con quien se trata la enfermedad?,. el paciente se siente desorientado a donde debe acudir. Debería haber un organismo que le pudiera suministrar a uno la información de médicos, instituciones y fundaciones que está estudiando y están al día en el mal que nos aqueja. Hace muchos años a una amiga le diagnosticaron leucemia. Su familia con mucho sacrificio la llevó a Estados Unidos para un transplante de médula. Gracias a Dios esta viva, pero resulta que esa operación se la hubieran podido realizar en la Ciudad de Valencia, con la misma efectividad pero a un costo considerablemente menor. Pero nadie se los dijo.

A continuación viene el tratamiento. Cuando fui a ver al mejor especialista que hay en el país del mal que me afecta desde hace algunos años, lo primero que me dijo fue que el tratamiento sería muy costoso, por le que debería destinar una buena cantidad de dinero para el mismo ¿y si no los tenía? Menos mal que trabajé en una institución con un plan médico que de alguna manera me ha ayudado. Las medicinas son costosas y escasas. Ccada día son más las personas que me comentan que han dejado de tomar alguna de las medicinas que requieren por no tener con que pagarlos. Es triste el espectáculo de cientos de personas de escasos recursos haciendo colas interminables en los hospitales, en muchos casos en perjuicio de su salud, para que le den las medicinas que necesiten.

¿Hay que operarse? ¿como hacemos? ¿hay cama disponible?¿lo cubre el seguro? ¿la hacen en el país? Como ven es mucha la incertidumbre. Por ejemplo, yo tengo que operarme y si quiero una garantía de éxito debo hacérmela en otro país, para lo cual no tengo los recursos. Entonces a pesar de que soy profesional y trabajé en una institución de prestigio del país, dependo de la caridad, de que me den una ayuda para poder recuperarme. Esto es lo habitual con cientos de pacientes venezolanos cada día.

¡No es fácil! Nada fácil arreglar el problema de la salud, Pero como yo lo veo la solución debe pasar por un plan integrado en que los módulos de barrio adentro, los CDI, los hospitales y clínicas privadas sean partes de un todo y no actúen en forma independiente. En la salud es donde la globalización se hace más relevante, cada día entran al mercado nuevos fármacos, equipos y tratamientos que no están llegando al venezolano, ya sea por ignorancia o por no tener las divisas necesarias. Aquí es donde veo el gran reto del Ministerio de la Salud, ser promotor, fiscalizador, nunca ejecutor de una política de salud. Esta debe se descentralizada pero coordinada., con una fuerte contraloría social, Como lo señale anteriormente se debe de crear un organismo de información médica en el cual el paciente pueda consultar las alternativas que tiene. El Ministerio tiene la obligación, con la ayuda de las universidades, laboratorios y empresas privadas de diseñar un plan de Investigación y desarrollo, que permita igualar éxitos como el logrado con la Lepra.

Los servicios médicos son costosos por definición. Los recursos que se asignan a investigación y desarrollo son cuantiosos, por eso siempre he pensado que esta debe estar financiada por los gobiernos a fin de que las patentes sean libres y mundiales, lo cual reduciría sensiblemente el precio de venta. Igual pasa con la tecnología, por ser sofisticada es costosa. En Venezuela existe una medicina de calidad y por supuesto que es costosa. El gran reto es que todos podamos acceder a ella, y estoy seguro que tratando al sector salud como un todo se podría lograr.

La salud no es un gasto, es una inversión, en la medida de que el pueblo este sano, la capacidad productiva del país es más grande. Creo que esa es la clave de todo: la salud es una inversión

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