lunes, 11 de agosto de 2008

SOBRE EL DESARROLLO INDUSTRIAL Y EL SURGIMIENTO DE LA ERA DEL CONOCIMIENTO

Estas reflexiones las realizo en ocasión de ser invitado a un programa de televisión en el que se me solicitó hablara sobre el desarrollo industrial en el Estado Aragua. Personalmente me preocupa que nos estemos refiriendo a estos temas cuando en la discusión mundial se ha llegado a un consenso de que la era industrial ha terminado. Algunos autores señalan el año 1989 con el surgimiento de la Internet, como el año de nacimiento de la “Era del conocimiento”.

El advenimiento de esta nueva etapa representa un cambio radical en la concepción de los modelos económicos. La nueva estrategia productiva se basa en recursos que permiten elaborar bienes de alto valor agregado. Fundamentalmente estamos hablando del conocimiento, el cual es el recurso más dinámico, el que tiene el ritmo más acelerado de cambio y el que requiere un mayor esfuerzo de adaptación a los cambios. El nuevo reto de las sociedades es como convertir la información en conocimiento.

Con el surgir de la Internet, la información es instantánea y por lo tanto requiere un mayor esfuerzo para su procesamiento, lo que conlleva a cambios radicales en la concepción laboral y social. Ya el concepto laboral industrial de la presencia del trabajador en un espacio físico determinado durante un tiempo establecido ha dejado de tener validez. En la actualidad muchas personas en sus casas o en cualquier otro lugar donde pueda disponer de una red inalámbrica de internet pueden realizar su trabajo con una mayor productividad,

Prueba de este debate internacional es el libro del famoso futurólogo, Alvin Toffler, “la revolución de la riqueza” (Debate, 2006), donde plantea que el mayor reto en esta nueva era es la velocidad de los cambios, cambios que a su vez se modifican o son suplantados rápidamente, lo que requiere un cambio radical de paradigmas. Cuestiona por ello el centralismo en las empresas y la uniformidad de la educación, A su vez anota que a las personas les tocarán buscar soluciones por cuenta propia sin ayuda de los gobiernos, y serán las peticiones personalizadas las que determinarán la producción.

Para un desempeño eficaz en esta nueva era se requieren estructuras organizativas más dinámicas y flexibles para adaptarse a los cambios, así como un sistema educativo volcado a preparar unos recursos humanos con capacidad de procesar los nuevos flujos de información para convertirlos en conocimiento.

Observamos que los países que están logrando un crecimiento económico acelerado en este mundo globalizado son aquellos que han centrado su producción en artículos de alta tecnología, productos de un alto contenido en conocimiento humano, como es el caso de Costa Rica y los chips para Intel o de La India y sus desarrollos de software. También se destaca el hecho que cada vez es mayor el número de estudiantes inscritos en los cursos de postgrado en las principales universidades del mundo que provienen de estos países.

Andrés Oppenheimer en su libro “Cuentos Chinos (Sudamericana, 2005) analiza los casos de algunos países que en los últimos años han mostrado un gran desempeño económico y resalta que el factor común a todos es la formulación de políticas económicas que fomenten la apertura económica de sus productos y una elevada inversión en educación técnica.

El paradigma de la era industrial ha terminado, ahora requerimos que Venezuela genere las condiciones necesarias para competir en esta nueva era. Es tarea de nuestros dirigentes comprender que nuevos tiempos han llegado, y así fomentar los elementos necesarios para que nos podamos insertar en la “Era del Conocimiento”. El debate ha cambiado de tema.

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