martes, 8 de septiembre de 2009

¿QUE PASA CON EL PAN? (II)

Lo prometido es deuda. En un artículo anterior señalé mi disposición para analizar la problemática del pan desde tres ópticas diferentes: la del simple consumidor, la del productor y finalmente la del técnico.

Como consumidor destaqué el hecho de que venía observado una transformación de los puntos de venta minoristas del pan, diversificando sus productos y limitando su producción de pan a pocas variantes. Para reafirmar o negar este hecho me fui a la panadería de la urbanización en donde vivo, la cual es propiedad de Antonio, natural de Madeira, Portugal proveniente de una familia de panaderos, panaderos industriales para ser más específicos. Arribó a La costas venezolanas, allá por finales de los años 60’s, momentos antes de que se abriera el chorro de petrodólares que cambió el destino de Venezuela. Desde hace 12 años regenta su propia panadería. Antonio es uno de los cientos de emigrantes que creyeron en Venezuela.

-¡Hace dos semanas que no recibo un saco de harina! Con esta expresión iniciamos la conversación. – Normalmente me despachaban dos veces por semana, pero desde hace dos semanas…, tememos problemas con la levadura, la cual la traían de Canadá y/o Estados Unidos, pero ahora no hay ¡y los precios, el pan está regulado desde hace dos años en Bs. 4.445. –Y ¿Cómo te afectado eso? Le pregunto. -¡uh! Demasiado, el incremento del sueldo del personal, el incremento de las piezas para el horno y la maquinaria todo eso era a dólar preferencial y ahora está a dólar libre, las cavas, los motores la refrigeración. - ¿Entonces el pan no es sólo harina y levadura? -¡no, no. no! la mano de obra, eso es lo más caro, todos son profesionales, los panaderos.

Es larga la lista de artículos que están incrementando su precio. Ha tenido que dejar de usar bolsas de papel, porque están muy caras, y utilizar unas de plásticos de pésima calidad. –con esos precios no podemos dar un buen servicio, me comenta. El pan no es rentable a esos precios, tenemos pérdidas. Lo que lo sostiene a la panadería es la venta de otros productos. Esta es una panadería que no vive del pan. ¡El pan ya no es negocio!, Para que haya alguna ganancia el precio debe estar en el orden de los 7,000 ¿`pero quien lo compraría?, ¡nadie!. La escasez de insumos llega en un momento, en el cual Antonio considera que ha aumentado la demanda. Una parte por la construcción de nuevas viviendas en la zona y porque ha aumentado la preferencia del pan, como acompañante en la dieta diaria

Le pregunté hasta cuando es sostenible esta situación, no mucho, me dijo. En su debido momento no quedara más que cerrar -¿por qué? Si se pueden dedicar a la venta de los otros productos. –sin pan hay que cerrar, la gente viene a la panadería a comprar pan, si no hay pan, no viene la gente y si no hay gente, hay que cerrar.

En resumen Antonio plantea una situación en que los costos de producción vienen aumentando constantemente y los ingresos provenientes del producto emblema del negocio están congelados. No existe empresa que soporte esta situación. El espera que ajusten los precios muy pronto, ya que cada día que pasa se agrava la situación.

En el próximo artículo finalizaremos con el análisis de la industria a través de las cifras estadísticas y datos existentes para el sector para poder saber que está pasando con el pan.

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