Últimamente, en el marco de la nueva ley del Trabajo se ha venido discutiendo la posibilidad de reducir a 6 horas la jornada diaria de trabajo en Venezuela a fin de que el trabajador tenga más tiempo de ocio (tiempo dedicado a actividades distintas al trabajo). Una muy loable intención, pero que no parece haber recibido el análisis necesario o simplemente no se ha dicho la verdad detrás de la medida.
La jornada laboral se reduce principalmente por un aumento en la productividad, la cual podemos definir simplemente como el aumento en el número de unidades producidas por cada hora de utilización de los factores productivo, es decir si una empresa puede producir una mayor cantidad de bienes por cada hora de trabajo. Que una empresa sea más productiva, generalmente es explicado por la creación o adquisición de una máquina más eficiente, por un aumento en las habilidades de trabajador, etc. al ser más productivo, usted puede manufacturar en seis horas lo que antes hacía en ocho. En este caso se puede optar a la reducción en la jornada, aunque la dirigencia sindical puede preferir un incremento salarial o una combinación de los dos. Es importante destacar que la productividad es una característica muy diferente en cada sector industrial, por lo tanto hay que tener mucho cuidado en unificar y justificar por un incremento en la productividad para toda la economía.
Si la rebaja no es por un aumento en la productividad, se daría el caso de que se produciría menos productos, pero los salarios permanecerían iguales. Esto sería básicamente un incremento en los costos de producción generando una mayor presión al aumento de los precios (inflación).
La segunda situación, es la reducción de la jornada de trabajo por una caída en la demanda, Si una empresa ahora vende menos productos, se verá en la necesidad de reducir su jornada laboral para producir menos productos y así no acumular inventario de productos terminados. Aunque muchos no lo crean, los inventarios aumentan los costos.
La otra situación es que motivado a un aumento del desempleo, se decida con el visto bueno de los trabajadores, una reducción en la jornada para poder crear un nuevo turno de trabajo de tal forma que se puedan contratar un mayor número de trabajadores.
Para completar el análisis, ya tomada la decisión de reducir la jornada ¿quién financiará las horas adicionales de ocio?. Si el trabajador decide estudiar ¿cono pagará la matrícula? ¿será que dado que el sueldo no le alcanza, aprovechará para buscarse otro trabajo?. Un escenario posible es que ante la posibilidad de más horas libres, aumenten las peticiones en los contratos colectivos: un Club Social, nuevos cursos de adiestramiento, una mayor dotación de utensilios deportivos, becas de estudio, etc. Perlo si la productividad no ha crecido. todo esto se traduce en incremento de los costos, generando una mayor presión a los precios finales de los bienes y servicios.
Por lo anterior nos atrevemos a afirmar que cualquier reducción de la jornada laboral diaria para una economía en general que no sea producto de un incremento en la productividad, es inflacionario.
Ahora, veamos el caso venezolano. Estamos viviendo un proceso inflacionario, con un aumento en la demanda y una caída en la oferta doméstica, por ejemplo, FEDECAMARAS nos señala que solo en el caso del Zulia, en 1998 se producían 16000 empleos en la zona industrial de Maracaibo, hoy día 2200 empleos.
No se cual es la justificación que da la comisión que está encargada de redactar la nueva ley del Trabajo, pero dudo que sea un incremento en la productividad. La impresión es que se necesita más producción. Tomar medidas que estimulen la oferta. Después de la guerra, los errores económicos son los que afectan al mayor número de personas, hay que respetar sus postulados. No se puede alegar ignorancia, ya que bastantes comentarios se han realizado y al final de cuentas, existen los asesores. Por lo tanto, es una irresponsabilidad implementar, medidas que aunque parecen justas, en el largo plazo afectarán gravemente a la población.
La jornada laboral se reduce principalmente por un aumento en la productividad, la cual podemos definir simplemente como el aumento en el número de unidades producidas por cada hora de utilización de los factores productivo, es decir si una empresa puede producir una mayor cantidad de bienes por cada hora de trabajo. Que una empresa sea más productiva, generalmente es explicado por la creación o adquisición de una máquina más eficiente, por un aumento en las habilidades de trabajador, etc. al ser más productivo, usted puede manufacturar en seis horas lo que antes hacía en ocho. En este caso se puede optar a la reducción en la jornada, aunque la dirigencia sindical puede preferir un incremento salarial o una combinación de los dos. Es importante destacar que la productividad es una característica muy diferente en cada sector industrial, por lo tanto hay que tener mucho cuidado en unificar y justificar por un incremento en la productividad para toda la economía.
Si la rebaja no es por un aumento en la productividad, se daría el caso de que se produciría menos productos, pero los salarios permanecerían iguales. Esto sería básicamente un incremento en los costos de producción generando una mayor presión al aumento de los precios (inflación).
La segunda situación, es la reducción de la jornada de trabajo por una caída en la demanda, Si una empresa ahora vende menos productos, se verá en la necesidad de reducir su jornada laboral para producir menos productos y así no acumular inventario de productos terminados. Aunque muchos no lo crean, los inventarios aumentan los costos.
La otra situación es que motivado a un aumento del desempleo, se decida con el visto bueno de los trabajadores, una reducción en la jornada para poder crear un nuevo turno de trabajo de tal forma que se puedan contratar un mayor número de trabajadores.
Para completar el análisis, ya tomada la decisión de reducir la jornada ¿quién financiará las horas adicionales de ocio?. Si el trabajador decide estudiar ¿cono pagará la matrícula? ¿será que dado que el sueldo no le alcanza, aprovechará para buscarse otro trabajo?. Un escenario posible es que ante la posibilidad de más horas libres, aumenten las peticiones en los contratos colectivos: un Club Social, nuevos cursos de adiestramiento, una mayor dotación de utensilios deportivos, becas de estudio, etc. Perlo si la productividad no ha crecido. todo esto se traduce en incremento de los costos, generando una mayor presión a los precios finales de los bienes y servicios.
Por lo anterior nos atrevemos a afirmar que cualquier reducción de la jornada laboral diaria para una economía en general que no sea producto de un incremento en la productividad, es inflacionario.
Ahora, veamos el caso venezolano. Estamos viviendo un proceso inflacionario, con un aumento en la demanda y una caída en la oferta doméstica, por ejemplo, FEDECAMARAS nos señala que solo en el caso del Zulia, en 1998 se producían 16000 empleos en la zona industrial de Maracaibo, hoy día 2200 empleos.
No se cual es la justificación que da la comisión que está encargada de redactar la nueva ley del Trabajo, pero dudo que sea un incremento en la productividad. La impresión es que se necesita más producción. Tomar medidas que estimulen la oferta. Después de la guerra, los errores económicos son los que afectan al mayor número de personas, hay que respetar sus postulados. No se puede alegar ignorancia, ya que bastantes comentarios se han realizado y al final de cuentas, existen los asesores. Por lo tanto, es una irresponsabilidad implementar, medidas que aunque parecen justas, en el largo plazo afectarán gravemente a la población.
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